miércoles, 31 de marzo de 2010
martes, 30 de marzo de 2010
lunes, 29 de marzo de 2010
domingo, 28 de marzo de 2010
sábado, 27 de marzo de 2010
viernes, 26 de marzo de 2010
jueves, 25 de marzo de 2010
miércoles, 24 de marzo de 2010
martes, 23 de marzo de 2010
lunes, 22 de marzo de 2010
domingo, 21 de marzo de 2010
sábado, 20 de marzo de 2010
viernes, 19 de marzo de 2010
jueves, 18 de marzo de 2010
miércoles, 17 de marzo de 2010
martes, 16 de marzo de 2010
lunes, 15 de marzo de 2010
domingo, 14 de marzo de 2010
sábado, 13 de marzo de 2010
viernes, 12 de marzo de 2010
jueves, 11 de marzo de 2010
Rafael L. Bardají - Islam radical: tenemos un problema - Libros
Rafael L. Bardají - Islam radical: tenemos un problema - Libros: "Ustedes dicen que es su costumbre quemar vivas a las viudas. Muy bien. Nosotros también tenemos una costumbre. Cuando un hombre quema viva a una mujer, le ponemos una soga al cuello y le colgamos. Construyan su pira funeraria, que mis carpinteros harán un patíbulo. Ustedes pueden seguir con sus costumbres; nosotros seguiremos con las nuestras."
miércoles, 10 de marzo de 2010
martes, 9 de marzo de 2010
lunes, 8 de marzo de 2010
domingo, 7 de marzo de 2010
Pérez-Reverte: "España pudo ser un país avanzado... pero la cagó sola"
Pérez-Reverte: "España pudo ser un país avanzado... pero la cagó sola": "Revista de Cultura
Viernes 05 Mar
Buscar
Clarin.com
Google.com
LITERATURACINEMUSICAESCENARIOSARTEIDEASPROVINCIASAGENDA CULTURAL
Tamaño de textoEnviarImprimirComentar
Pérez-Reverte: 'España pudo ser un país avanzado... pero la cagó sola'
El creador del Capitán Alatriste recorre los escenarios de su flamante novela 'El asedio', que en los próximos meses llegará a la Argentina. El texto es un monumental fresco de aventuras, guerra, amor y crímenes en el bullicioso Cádiz de 1811, asediado por los franceses, cuando el destino de España, según el autor, todavía podía ser otro.
Por: Xavi Ayén*
EL ASEDIO. 'Es una novela sobre el corazón humano, sobre las oscuridades de las personas, que son capaces de ser al tiempo ángel y bestia. Quiero mostrar que el hombre es un animal muy peligroso', dice Pérez-Reverte.
AnteriorSiguiente
1 de 1
La ciudad de Cádiz se despertó ayer ventosa para recibir al novelista Arturo Pérez-Reverte , quien se paseaba con su genuina determinación chulesco-simpática por las estrechas calles del municipio acompañado de un séquito de periodistas. Parecía inspeccionar que ahí estaban los escenarios de su nueva novela, El asedio, recién publicada por Alfaguara en España, y ambientada en 1811 y 1812, cuando la ciudad sureña, como si fuera el pueblo galo de Astérix, resistía día sí y día también los embates del ejército imperial (en este caso, el francés), que la bombardeaba constantemente.
Con casi toda la península conquistada por el ejército napoleónico, Cádiz era, además, la capital provisional de España, con las Cortes 'reunidas ahí mismo -señala Pérez-Reverte-, en la iglesia de san Felipe Neri'. El escritor se maravilla de que 'su topografía no ha cambiado apenas en dos siglos, si pones un mapa del XVIII sobre uno de hoy coincide milagrosamente, y eso me dio seguridad para mover a mis personajes por ella. Para documentarse basta con pasear, es como un museo del siglo XVIII. Sus características climatológicas, sus fuertes vientos, su situación como un barco en medio de la bahía, le iban muy bien a la historia, son muy literarias. Es una ciudad que no es lo que parece, que va más allá de su imagen alegre. Aquí -dice deteniéndose en una esquina de la calle san Miguel-, al ver esa escultura del arcángel, el comisario Tizón se da cuenta de que hay una ciudad oculta, de que las calles tienen estratos'.
El autor, víctima del fervor ciudadano frente a una de las diferentes torres de vigía que todavía se conservan en la ciudad, admite que, en realidad, 'podría haber situado la acción en Troya, el Leningrado cercado por los nazis, el Madrid de la guerra civil o el Sarajevo del 92, porque yo trato un conflicto moderno, una historia humana y punto. Es una novela sobre el corazón humano, sobre las oscuridades de las personas, que son capaces de ser al tiempo ángel y bestia. Quiero mostrar que el hombre es un animal muy peligroso. Yo no podía escribir la novela del cerco de Cádiz, limitarme a reflejar la ciudad de las Cortes, porque eso ya lo han hecho muy bien Pérez Galdós y Ramón Solís'.
Superposición de géneros
Lo que él quiso fue 'superponer varios géneros: el policíaco, el amor folletinesco, las aventuras, el misterio, la política, la ciencia... todo ello, en el marco de un mundo que se acaba, la España a punto de perder su condición de potencia transatlántica. En la memoria del lector quedan grabados personajes como el capitán francés de artillería Desfosseux, apasionado por la ciencia y obstinado en cambiar el tipo de bombardeo a Cádiz, tan ineficaz que hace nacer coplillas populares ('Murieron tres mil gabachos / en la batalla del Cerro, / y consiguieron a cambio / que una bomba mate a un perro'). El implacable policía Tizón, lo más parecido a un sabueso corrupto de la serie 'The Wire ' y que Pérez-Reverte define como 'venal, bestia y vulgar pero, incluso así, quería que el lector empatizara con él, que le comprendiera'. La fascinante Lolita Palma, dueña y consejera delegada -que diríamos hoy- de una importante empresa naviera. El capitán Lobo, apuesto marino devenido corsario por imperativos económicos. El enigmático taxidermista Fumagal... Unos villanos y otros héroes, algunos las dos cosas a la vez. En fin, para el escritor 'mis héroes son todos héroes cansados: han tenido fe, han creído en cosas, pero al final la vida les ha despojado de eso y ellos intentan encontrar una ética o una disciplina que les permita mantenerse en pie. Para mí, el héroe de verdad es el que sabe que el destino depara malos tragos pero que, aun así, sale al encuentro de ellos'.
La imposibilidad de bloquear el puerto deja abierta a los resistentes su puerta comercial principal, el mar, con lo que 'se produce la paradoja de que viven mejor abastecidos los sitiados que los sitiadores, unos tienen de todo y los otros pasan hambre y se abastecen por el contrabando'. El libro permite vislumbrar, asimismo, la pérdida de la condición de puerta de América de la ciudad, por las independencias de los países americanos, entonces todavía representados con delegados en las Cortes. 'Eso mató a Cádiz, que era la bisagra, por eso hoy debería jugar un papel de nuevo de puente, contra los indigenismos demagógicos que atacan a la antigua metrópolis', cree el novelista, mientras pasamos por la calle Ancha, 'que era el Wall Street de la época'. Más tarde, Pérez-Reverte nos mostrará también las zonas de 'la Cádiz animada, de la playa de la Caleta, con sus putas, sus bailarinas y sus chiringuitos'.
La Cádiz de hace doscientos años
Aquella ciudad fue, sobre todo, 'el lugar más liberal de Europa, un foco de esperanza que creó la Constitución de 1812, la llamada 'Pepa', que instauró la soberanía popular o la libertad de imprenta. Por eso mi mirada es triste, porque ahí se ve la España que pudo ser y no fue, se frustró el sueño de un país diferente. Aquí la aristocracia era moderna, no de nobles, sino de comerciantes, comparable a la de Inglaterra, y había una clase dirigente abierta y viajada, donde la religión ya no mandaba y la política se supeditaba a la economía. Mientras que en otras zonas de España lo que había era, básicamente, curas, reyes, ministros y aristocracia corrupta. Cádiz no era España, era una isla de modernidad, con su burguesía ilustrada que leía libros, sus mujeres que trabajaban... Fue la ciudad que, por ejemplo, abolió la tortura. 1812 fue, por tanto, un momento hermoso, aunque luego todo se estropeara. ¡Qué lástima que aquí no hubo guillotina! Nos hubiera ido mejor, hubiéramos sido un país como Dios manda, hubiéramos descabezado de verdad al antiguo régimen. Ojo, que los constitucionalistas también se equivocaron, hiciendo una carta magna radical de la noche a la mañana. El español es el máximo enemigo de sí mismo, siempre se carga lo que le pongan por delante. Cuando lees historia, ves que el enemigo no está fuera, somos nosotros. Ya entonces se dio la ruindad cainita, en los debates políticos y en la prensa, en donde emergía ese hijo de puta que nos ha caracterizado siempre, la idea de exterminar al enemigo. España pudo ser un país avanzado, pero la cagó sola. Visto ahora, con el tiempo, no nos hubiera ido mal que hubieran ganado los franceses...'. De hecho, la novela coincide con los preparativos de los fastos del bicentenario de la Constitución, que él ve como 'una aventura crucial que merece ser recordada'. No en vano, ayer el autor estuvo arropado por Teófila Martínez, la alcaldesa del PP de Cádiz, y por Manuel María de Bernardo, alcalde andalucista de San Fernando, que ven en la novela un potente reclamo turístico y de promoción internacional para sus municipios.
El enigma policíaco de la obra se centra en unos misteriosos asesinatos de mujeres a latigazos, en las zonas donde caen los obuses franceses, que por problemas técnicos sólo llegaban hasta 'esta plaza, la de San Antonio, el punto máximo de alcance de los artilleros'. Un poco más allá, se distingue el café Apolo, 'donde se producían las tertulias políticas, de un nivel cultural hoy inimaginable. La actual degradación intelectual de la clase política es enorme, no ya comparado con hace 200 años, sino con la misma república o la transición'. Preguntado al respecto, afirma que 'yo no soy ni de derechas ni de izquierdas ni de centro. Tengo mis opiniones. Si pido la guillotina para monseñor Rouco Varela, que lo hago ahora mismo, no parezco muy de derechas, pero si digo que la ley de memoria histórica es de analfabetos no parezco muy de izquierdas. La memoria histórica no es algo que se limite a la guerra civil, la mía tiene 3.000 años, al menos. En este país nunca ha habido buenos y malos, que no nos vengan con monsergas, todos hemos sido unos hijos de puta'.
Novela de novelas
' El asedio ' es, quizá, la novela más lograda de su autor, lo que es mucho teniendo en cuenta que el hombre ha escrito ya 21 obras de ficción. Aquí parecen cobrar vuelo, todos a la vez, recursos desplegados en diversas de sus obras anteriores. Él lo admite: 'No he sacrificado nada, quise que aquí estuvieran todas mis novelas, un poco de cada una, reunir a todos mis lectores y a todos los Pérez-Reverte posibles'. Cree que 'todo autor que no escriba siempre el mismo libro está robando a otro o mintiendo. Yo voy evolucionando poco a poco, contando lo mimo pero a través de las sucesivas miradas que la vida va dejando en mis ojos'. Aunque reconoce, que en cuanto a la novela histórica napoleónica, tras cinco novelas, 'me he cortado la coleta, ahora buscaré otra cosa'. De momento, 'me voy a poner con otro Alatriste , el séptimo, es que hay lectores que sólo leen Alatriste y cada vez que saco otro tipo me insultan, me dicen: 'Déjese de mariconadas y vuelva a lo suyo''.
' El asedio ' es un ejemplo de cómo, desde España, se pueden escribir best-sellers ágiles, competitivos en el gran mercado internacional, que no renuncien por ello a la calidad literaria y aporten el peso de una tradición genuina. Pero Pérez-Reverte dice: 'A mí me parecen muy bien los Dan Brown, yo no digo nada, cabemos todos, yo he disfrutado tanto con Ken Follett como con Martin Amis, pero hay idiotas -póngalo así- que creen que quien lee a Follett no lee a Faulkner'.
Sobre los horrores de la guerra que el escritor vivió en su etapa de corresponsal de TVE (Sarajevo, Beirut, Eritrea...), dice que 'sin los libros que he leído, todos esos fantasmas me habrían vuelto loco, estaría disparando contra la gente. Los libros me han hecho digerir lo indigerible'. Cree que 'el mundo es un lugar peligroso, muy jodido, con catástrofes, guerras, virus... y nosotros lo hemos olvidado'.
En ' El asedio ', el frente de batalla está en las salinas de la isla de San Fernando, que también visitamos. 'En realidad -apunta- Cádiz era un sitio tranquilo, que simplemente sufría algunos bombardeos de vez en cuando'. En el ayuntamiento, es recibido por la guardia salinera, cuerpo de voluntarios que todavía existe (ahora con fines pacíficos), ataviada con casaca, cuchillo y bayoneta, como su personaje Felipe Majarra, 'un cazador furtivo que se alista con los fusileros locales, y que no usa alpargatas porque sus pies están endurecidos por la sal del suelo, es un arquetipo de mis novelas: un buen vasallo sin señor'.
Mientras indica los lugares que, en el proceso de investigación, recorría en todoterreno, para ambientar en ellos sus batallas, a veces se le escapa alguna de esas palabras que provocan el paladeo léxico del lector -términos como 'jábega', 'botafuego', 'zafacoca' o 'falucho', que solamente pueden aparecer juntos, hoy por hoy, en una novela de Arturo Pérez-Reverte. En fin, los 320.000 ejemplares de la primera edición en España podrían no ser suficientes. Bravucón y simpático, él asegura que no es así por el éxito: 'Antes de escribir libros, era igual de chulo'.
© La Vanguardia y Clarín
Tamaño de textoEnviarImprimirComentar
Comentarios (3)
Escriba su comentario
15:49
05.MAR.10
Espania no pudo ser como otros paises porque es unica, miren sino el bagaje cultural que tiene, su riqueza artistica, crisol de razas, no hay un espaniol uniforme, tiene la sangre mas fuerte, de distintas subregiones de Europa, tambien del Africa, de Celtas y Romanos, etc. Lo que mal logro fue su posicionamiento economico, el entonces hombre hidalgo espaniol, queria vivir de rentas y no invertia en nuevas tecnicas, no apostaba por la industria, algo parecido a la Argentina.
Enviado por Martin
Denunciar
15:33
05.MAR.10
Nunca entendi esa mania de los españoles de hacerse tan mala imagen de si mismos fuera de España. Es una pais avanzadisimo en muchisimas cosas y tienden siempre a ver lo negativo. Una cosa es la autocritica y otra cosa es tirar piedras al tejado propio.
Enviado por Laura
Denunciar
14:59
05.MAR.10
Le pido perdon, al que ha escrito esta nota de este muy buen escritor, ahora bien, creo que, y muy a mi pobre evaluacion, y mas alla que 'el asedio' es una muy buena novela, creo que se deja de lado la que, para mi, es su mejor obra 'La Reina del Sur', la cual tampoco es nonbrada, en recuadro aparte bajo el titulo 'PEREZ-REVERTE BASICO'.
Enviado por NESTOR
Denunciar
Escriba su comentario
La finalidad de este servicio es sumar valor a las notas y establecer un contacto más fluido con nuestros lectores. Los comentarios deben acotarse al tema de discusión. Se apreciará la brevedad y claridad de los textos, y el buen uso del lenguaje: las malas palabras y los insultos no serán publicados.
Términos y condiciones
Condiciones de servicio de Comentarios en notas de Clarín.com Los presentes Términos y Condiciones del Servicio de Comentarios en las notas de Clarín.com (los 'T&C') se suscriben entre el cliente que acepte los mismos electrónicamente (el 'Cliente') y Clarín Global S.A. (en adelante 'clarín.com'). Estos Términos y Condiciones regulan la utilización del servicio, conforme se detalla seguidamente. Clarín.com se reserva el derecho de modificar cualesquiera de los Términos y Condiciones aquí contenidos, en cualquier momento y a su sola discreción, por el solo hecho de publicar una nueva versión de los mismos en el sitio www.clarin.com (el 'Sitio'). El uso continuado de su parte del Servicio que siga a la publicación de una nueva versión de Términos y Condiciones, constituirá de su parte la aceptación de la nueva versión. 1. Descripción del Servicio. Los comentarios en las notas de Clarín.com son un servicio de publicación web y de alojamiento opcional (el 'Servicio'). Usted será responsable de todas las actividades que ocurran bajo su nombre de usuario. Asimismo, acepta que el Servicio se presta TAL CUAL y SEGÚN DISPONIBILIDAD. Clarín.com declina toda responsabilidad por la disponibilidad, oportunidad, seguridad o fiabilidad del Servicio o de cualquier otro software de cliente. Clarín.com también se reserva el derecho de modificar, suspender o interrumpir el Servicio con o sin previo aviso en cualquier momento y sin ninguna responsabilidad hacia usted. El Servicio sólo puede usarse a partir de los dieciocho (18) años. Clarín.com se reserva el derecho de rechazar prestar el servicio a cualquier persona en cualquier momento sin previo aviso, sea cual fuere el motivo. 2. Uso apropiado. Usted acepta que es responsable del uso que usted mismo haga del Servicio, de las entradas que publique y de las consecuencias derivadas. Además, acepta usar el Servicio de acuerdo con las leyes, normas y regulaciones locales, estatales, nacionales e internacionales que resulten aplicables. Le recomendamos que revise periódicamente la versión más actualizada de los presentes Términos y Condiciones. Clarín.com, a su discreción, puede modificar o revisar los presentes en cualquier momento, y usted acepta que quedará vinculado por estas modificaciones o revisiones. La infracción de cualquiera de los aspectos anteriormente mencionados, puede causar el cese del presente Servicio y puede suponerle sanciones así como cualquier otro tipo de consecuencias legales. Clarín.com se reserva el derecho, pero no tendrá ningún tipo de obligación de hacerlo, de investigar su uso del servicio para (a) determinar si se han infringido los presentes Términos y Condiciones o (b) si se cumple con las leyes, regulaciones y procesos legales aplicables. 3. Privacidad. Como condición para utilizar el Servicio, acepta los términos de la Política de privacidad de Clarín.com (http://www.clarin.com/politicade privacidad), que se actualizarán ocasionalmente, tal y como se especifica en la versión más reciente en el momento en que haga uso del Servicio. Acepta que Clarín.com puede acceder a su información personal o revelarla, incluyendo el contenido de sus comunicaciones, si así se requiere a Clarín.com para el cumplimiento de procesos legales o requerimientos judiciales, o cuando se prevea en estas Condiciones de servicio y en la Política de privacidad general de Clarín.com. 4. Prácticas generales relativas al uso y almacenamiento de datos. Usted acepta que Clarín.com no asume ninguna responsabilidad por la supresión o no almacenamiento o transmisión del contenido y otras comunicaciones mantenidas a través del Servicio. Clarín.com se reserva el derecho a establecer límites sobre el uso y almacenamiento a su discreción en cualquier momento y sin notificación previa. 5. Contenido del Servicio. Clarín.com no asume ninguna responsabilidad sobre el contenido de terceros (incluyendo, sin límite, cualquier tipo de virus u otros elementos perjudiciales), ni tampoco tiene ninguna obligación de controlarlo. Clarín.com se reserva el derecho en cualquier momento de suprimir o rechazar la distribución de cualquier contenido en el Servicio, como contenidos que infrinjan las condiciones de estos Términos y Condiciones. Clarín.com también se reserva el derecho de acceder, leer, preservar y revelar cualquier tipo de información que razonablemente crea necesaria para (a) cumplir con leyes, regulaciones, procesos legales o solicitudes judiciales aplicables, (b) aplicar o ejecutar estos Términos y Condiciones, incluyendo la investigación de posibles infracciones, (c) detectar, prevenir, o de cualquier modo abordar casos o situaciones de fraude, seguridad o temas técnicos, (d) responder a solicitudes de asistencia de los usuarios o (e) proteger los derechos, propiedad o seguridad de Clarín.com, sus usuarios y el público. Clarín.com no será responsable del ejercicio o no de sus derechos según estos Términos y Condiciones. 6. Derechos de la propiedad intelectual. Derechos de la propiedad intelectual de Clarín.com. Usted reconoce que Clarín.com ostenta todos los derechos, títulos e intereses sobre y para el Servicio, incluyendo todos los derechos de propiedad intelectual (los 'Derechos de Clarín.com'), y que estos están salvaguardados por las leyes de la República Argentina e internacionales de protección de la propiedad intelectual. En consecuencia, acepta no copiar, reproducir, alterar, modificar ni crear trabajos que se deriven del Servicio. Por otra parte, también acepta no utilizar robots, arañas, otros dispositivos automatizados o procesos manuales para controlar o copiar cualquier contenido del Servicio. Tal y como se describe inmediatamente a continuación, los Derechos de Clarín.com no incluyen los contenidos de terceros usados como parte del Servicio, incluyendo el contenido de comunicaciones que aparecen en el Servicio. Sus derechos de propiedad intelectual. Clarín.com renuncia a la propiedad o control sobre cualquier Contenido que usted envíe, publique o muestre en el Servicio de Clarín.com o a través de éste. Usted o el tercero proveedor de licencias se reservan todas las patentes, marcas comerciales y derechos de autor de cualquier Contenido que publique, envíe o muestre en el servicio de Clarín.com o través de éste, y es responsable de proteger estos derechos según corresponda. Al enviar, publicar o mostrar Contenido en o a través del servicio de Clarín.com que está a disposición de los miembros del público, usted concede a Clarín.com una licencia internacional no exclusiva y gratuita para reproducir, publicar y distribuir dicho Contenido en el servicio de Clarín.com únicamente para mostrar y distribuir dicho servicio. Igualmente, Clarín.com se reserva el derecho a rechazar la admisión, publicación, muestra o transmisión de cualquier Contenido a su discreción. Usted manifiesta y asegura que posee todos los derechos, poderes y autoridad necesarios para conceder los derechos otorgados por el presente documento a cualquier Contenido enviado. 7. Prohibida la reventa del servicio. Salvo que Clarín.com lo autorice expresamente por escrito, no podrá reproducir, duplicar, copiar, vender, comerciar, revender o explotar con propósitos comerciales (a) ninguna parte del Servicio, (b) la utilización del Servicio ni (c) el acceso a este. 8. Representaciones y garantías. Usted manifiesta y garantiza que (a) toda la información que proporcione a clarín.com para participar en el Servicio es correcta y está actualizada, y que (b) dispone de todos los derechos, facultades y poderes necesarios para dar cumplimiento con los presentes Términos y Condiciones y llevar a cabo los actos que se le requieran en virtud de los mismos. 9. Cancelación y suspensión. Clarín.com puede, a su discreción, en cualquier momento y por cualquier motivo, dar por finalizado el Servicio, resolver estos Términos y Condiciones. 10. Indemnización. Usted acepta mantener indemne e indemnizar a Clarín.com y sus afiliados, sociedades vinculadas, representantes, apoderados y empleados frente a reclamaciones de terceros relacionadas con el uso que usted haga del Servicio, incluyendo la responsabilidad o gasto ocasionado por las reclamaciones, pérdidas, daños (reales o resultantes), litigios, resoluciones, costas procesales y honorarios de abogados, de cualquier tipo y naturaleza. En tal caso, Clarín.com le hará llegar una notificación escrita de dicha reclamación, litigio o acción. 11. Acuerdo completo. Los presentes Términos y Condiciones constituyen el acuerdo completo entre usted y Clarín.com, que rige el uso que usted haga del Servicio y reemplaza cualquier acuerdo anterior entre usted y Clarín.com. Asimismo, estará sujeto a las condiciones y los términos adicionales que resulten aplicables cuando utilice o adquiera otros servicios de Clarín.com, servicios de sus afiliados, contenido de terceros o bien software de terceros. 12. Renuncia e independencia de las condiciones. El hecho de que Clarín.com no ponga en práctica o no garantice el cumplimiento de algún derecho o disposición de estas Condiciones del servicio no constituirá una renuncia a tal derecho o disposición. Si un tribunal de jurisdicción competente considera que alguna cláusula de las Condiciones del servicio no es válida, las partes acuerdan que dicho tribunal debe procurar interpretar las intenciones de las partes tal y como se reflejan en la disposición. Las demás provisiones conservarán su plena validez y eficacia. 13. Elección del ordenamiento jurídico; Jurisdicción; Foro. Estas Condiciones del servicio se han elaborado y se regirán de acuerdo con las leyes de la República Argentina. Cualquier reclamación, proceso legal o litigio que surja en relación con el Servicio será atendido exclusivamente ante los Tribunales Ordinarios en lo Comercial de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que accede a someterse a la jurisdicción de sus tribunales. 14. Información sobre derechos de autor. Nuestra política consiste en responder a los avisos de supuestas infracciones de acuerdo con la Ley de derechos de autor El servicio incluye un botón 'Denunciar' que le permitirá al usuario comunicarnos la infracción a cualquiera de los puntos expuestos más arriba.
Aceptar
Nombre (requerido)
Dirección de e-mail (requerido)
Mostrar
Comentario (máximo 512 caracteres)
Enlaces Patrocinados
Libros sobre Guerra Civil
Amplia selección de libros sobre la Guerra Civil Española
www.casadellibro.com
Tu teléfono en Argentina
Tené un numero local en Argentina que suena en España. Probalo gratis
www.ArgentinaFlat.com
Busca formación editorial
Cursos online corrección, edición informes de lectura, book packager
www.calamoycran.com
Ads by Google
mas informacion
*
Arturo Pérez-Reverte. Los desastres de la guerra
RANKING DE NOTAS
* Más leídas
* Más recomendadas
* Más comentadas
*
1. El pecado de ser espectador
2. Pérez-Reverte: 'España pudo ser un país avanzado... pero la cagó sola'
3. Genealogía del temor porteño
4. Del daguerrotipo a Abu Ghraib: 150 años de polémicas
5. Los claroscuros del libro digital
Pérez-Reverte Básico
Escritor. Cartagena, España, 1951
Durante 21 años, como corresponsal de guerra, Arturo Pérez-Reverte cubrió los conflictos armados de Angola, El Salvador, Malvinas y la ex Yugoslavia, entre muchos otros. Aquellas experiencias fueron la base de su novela, Teritorio comanche (1994), llevada al cine en una película que protagonizaron Imanol Arias y Cecilia Dopazo. En 1994 decidió abandonar el periodismo y dedicarse sólo a la literatura.
Es autor de novelas como El húsar (1986), El maestro de esgrima (1988), El club Dumas (1993), La piel del tambor (1995), Cabo Trafalgar (2004) y la saga de Las aventuras del capitán Alatriste, traducida a 28 idiomas. Es miembro de la Real Academia Española.
Certifica.com Certifica.com
LITERATURACINEMUSICAESCENARIOSARTEIDEASPROVINCIASAGENDA CULTURAL
Copyright 1996-2010 Clarín.com - All rights reserved
Directora Ernestina Herrera de Noble | Normas de confidencialidad y privacidad
Diario Olé | Diario La Razón | Ciudad Internet | Biblioteca Digital | Publicidad | Grupo Clarín"
Viernes 05 Mar
Buscar
Clarin.com
Google.com
LITERATURACINEMUSICAESCENARIOSARTEIDEASPROVINCIASAGENDA CULTURAL
Tamaño de textoEnviarImprimirComentar
Pérez-Reverte: 'España pudo ser un país avanzado... pero la cagó sola'
El creador del Capitán Alatriste recorre los escenarios de su flamante novela 'El asedio', que en los próximos meses llegará a la Argentina. El texto es un monumental fresco de aventuras, guerra, amor y crímenes en el bullicioso Cádiz de 1811, asediado por los franceses, cuando el destino de España, según el autor, todavía podía ser otro.
Por: Xavi Ayén*
EL ASEDIO. 'Es una novela sobre el corazón humano, sobre las oscuridades de las personas, que son capaces de ser al tiempo ángel y bestia. Quiero mostrar que el hombre es un animal muy peligroso', dice Pérez-Reverte.
AnteriorSiguiente
1 de 1
La ciudad de Cádiz se despertó ayer ventosa para recibir al novelista Arturo Pérez-Reverte , quien se paseaba con su genuina determinación chulesco-simpática por las estrechas calles del municipio acompañado de un séquito de periodistas. Parecía inspeccionar que ahí estaban los escenarios de su nueva novela, El asedio, recién publicada por Alfaguara en España, y ambientada en 1811 y 1812, cuando la ciudad sureña, como si fuera el pueblo galo de Astérix, resistía día sí y día también los embates del ejército imperial (en este caso, el francés), que la bombardeaba constantemente.
Con casi toda la península conquistada por el ejército napoleónico, Cádiz era, además, la capital provisional de España, con las Cortes 'reunidas ahí mismo -señala Pérez-Reverte-, en la iglesia de san Felipe Neri'. El escritor se maravilla de que 'su topografía no ha cambiado apenas en dos siglos, si pones un mapa del XVIII sobre uno de hoy coincide milagrosamente, y eso me dio seguridad para mover a mis personajes por ella. Para documentarse basta con pasear, es como un museo del siglo XVIII. Sus características climatológicas, sus fuertes vientos, su situación como un barco en medio de la bahía, le iban muy bien a la historia, son muy literarias. Es una ciudad que no es lo que parece, que va más allá de su imagen alegre. Aquí -dice deteniéndose en una esquina de la calle san Miguel-, al ver esa escultura del arcángel, el comisario Tizón se da cuenta de que hay una ciudad oculta, de que las calles tienen estratos'.
El autor, víctima del fervor ciudadano frente a una de las diferentes torres de vigía que todavía se conservan en la ciudad, admite que, en realidad, 'podría haber situado la acción en Troya, el Leningrado cercado por los nazis, el Madrid de la guerra civil o el Sarajevo del 92, porque yo trato un conflicto moderno, una historia humana y punto. Es una novela sobre el corazón humano, sobre las oscuridades de las personas, que son capaces de ser al tiempo ángel y bestia. Quiero mostrar que el hombre es un animal muy peligroso. Yo no podía escribir la novela del cerco de Cádiz, limitarme a reflejar la ciudad de las Cortes, porque eso ya lo han hecho muy bien Pérez Galdós y Ramón Solís'.
Superposición de géneros
Lo que él quiso fue 'superponer varios géneros: el policíaco, el amor folletinesco, las aventuras, el misterio, la política, la ciencia... todo ello, en el marco de un mundo que se acaba, la España a punto de perder su condición de potencia transatlántica. En la memoria del lector quedan grabados personajes como el capitán francés de artillería Desfosseux, apasionado por la ciencia y obstinado en cambiar el tipo de bombardeo a Cádiz, tan ineficaz que hace nacer coplillas populares ('Murieron tres mil gabachos / en la batalla del Cerro, / y consiguieron a cambio / que una bomba mate a un perro'). El implacable policía Tizón, lo más parecido a un sabueso corrupto de la serie 'The Wire ' y que Pérez-Reverte define como 'venal, bestia y vulgar pero, incluso así, quería que el lector empatizara con él, que le comprendiera'. La fascinante Lolita Palma, dueña y consejera delegada -que diríamos hoy- de una importante empresa naviera. El capitán Lobo, apuesto marino devenido corsario por imperativos económicos. El enigmático taxidermista Fumagal... Unos villanos y otros héroes, algunos las dos cosas a la vez. En fin, para el escritor 'mis héroes son todos héroes cansados: han tenido fe, han creído en cosas, pero al final la vida les ha despojado de eso y ellos intentan encontrar una ética o una disciplina que les permita mantenerse en pie. Para mí, el héroe de verdad es el que sabe que el destino depara malos tragos pero que, aun así, sale al encuentro de ellos'.
La imposibilidad de bloquear el puerto deja abierta a los resistentes su puerta comercial principal, el mar, con lo que 'se produce la paradoja de que viven mejor abastecidos los sitiados que los sitiadores, unos tienen de todo y los otros pasan hambre y se abastecen por el contrabando'. El libro permite vislumbrar, asimismo, la pérdida de la condición de puerta de América de la ciudad, por las independencias de los países americanos, entonces todavía representados con delegados en las Cortes. 'Eso mató a Cádiz, que era la bisagra, por eso hoy debería jugar un papel de nuevo de puente, contra los indigenismos demagógicos que atacan a la antigua metrópolis', cree el novelista, mientras pasamos por la calle Ancha, 'que era el Wall Street de la época'. Más tarde, Pérez-Reverte nos mostrará también las zonas de 'la Cádiz animada, de la playa de la Caleta, con sus putas, sus bailarinas y sus chiringuitos'.
La Cádiz de hace doscientos años
Aquella ciudad fue, sobre todo, 'el lugar más liberal de Europa, un foco de esperanza que creó la Constitución de 1812, la llamada 'Pepa', que instauró la soberanía popular o la libertad de imprenta. Por eso mi mirada es triste, porque ahí se ve la España que pudo ser y no fue, se frustró el sueño de un país diferente. Aquí la aristocracia era moderna, no de nobles, sino de comerciantes, comparable a la de Inglaterra, y había una clase dirigente abierta y viajada, donde la religión ya no mandaba y la política se supeditaba a la economía. Mientras que en otras zonas de España lo que había era, básicamente, curas, reyes, ministros y aristocracia corrupta. Cádiz no era España, era una isla de modernidad, con su burguesía ilustrada que leía libros, sus mujeres que trabajaban... Fue la ciudad que, por ejemplo, abolió la tortura. 1812 fue, por tanto, un momento hermoso, aunque luego todo se estropeara. ¡Qué lástima que aquí no hubo guillotina! Nos hubiera ido mejor, hubiéramos sido un país como Dios manda, hubiéramos descabezado de verdad al antiguo régimen. Ojo, que los constitucionalistas también se equivocaron, hiciendo una carta magna radical de la noche a la mañana. El español es el máximo enemigo de sí mismo, siempre se carga lo que le pongan por delante. Cuando lees historia, ves que el enemigo no está fuera, somos nosotros. Ya entonces se dio la ruindad cainita, en los debates políticos y en la prensa, en donde emergía ese hijo de puta que nos ha caracterizado siempre, la idea de exterminar al enemigo. España pudo ser un país avanzado, pero la cagó sola. Visto ahora, con el tiempo, no nos hubiera ido mal que hubieran ganado los franceses...'. De hecho, la novela coincide con los preparativos de los fastos del bicentenario de la Constitución, que él ve como 'una aventura crucial que merece ser recordada'. No en vano, ayer el autor estuvo arropado por Teófila Martínez, la alcaldesa del PP de Cádiz, y por Manuel María de Bernardo, alcalde andalucista de San Fernando, que ven en la novela un potente reclamo turístico y de promoción internacional para sus municipios.
El enigma policíaco de la obra se centra en unos misteriosos asesinatos de mujeres a latigazos, en las zonas donde caen los obuses franceses, que por problemas técnicos sólo llegaban hasta 'esta plaza, la de San Antonio, el punto máximo de alcance de los artilleros'. Un poco más allá, se distingue el café Apolo, 'donde se producían las tertulias políticas, de un nivel cultural hoy inimaginable. La actual degradación intelectual de la clase política es enorme, no ya comparado con hace 200 años, sino con la misma república o la transición'. Preguntado al respecto, afirma que 'yo no soy ni de derechas ni de izquierdas ni de centro. Tengo mis opiniones. Si pido la guillotina para monseñor Rouco Varela, que lo hago ahora mismo, no parezco muy de derechas, pero si digo que la ley de memoria histórica es de analfabetos no parezco muy de izquierdas. La memoria histórica no es algo que se limite a la guerra civil, la mía tiene 3.000 años, al menos. En este país nunca ha habido buenos y malos, que no nos vengan con monsergas, todos hemos sido unos hijos de puta'.
Novela de novelas
' El asedio ' es, quizá, la novela más lograda de su autor, lo que es mucho teniendo en cuenta que el hombre ha escrito ya 21 obras de ficción. Aquí parecen cobrar vuelo, todos a la vez, recursos desplegados en diversas de sus obras anteriores. Él lo admite: 'No he sacrificado nada, quise que aquí estuvieran todas mis novelas, un poco de cada una, reunir a todos mis lectores y a todos los Pérez-Reverte posibles'. Cree que 'todo autor que no escriba siempre el mismo libro está robando a otro o mintiendo. Yo voy evolucionando poco a poco, contando lo mimo pero a través de las sucesivas miradas que la vida va dejando en mis ojos'. Aunque reconoce, que en cuanto a la novela histórica napoleónica, tras cinco novelas, 'me he cortado la coleta, ahora buscaré otra cosa'. De momento, 'me voy a poner con otro Alatriste , el séptimo, es que hay lectores que sólo leen Alatriste y cada vez que saco otro tipo me insultan, me dicen: 'Déjese de mariconadas y vuelva a lo suyo''.
' El asedio ' es un ejemplo de cómo, desde España, se pueden escribir best-sellers ágiles, competitivos en el gran mercado internacional, que no renuncien por ello a la calidad literaria y aporten el peso de una tradición genuina. Pero Pérez-Reverte dice: 'A mí me parecen muy bien los Dan Brown, yo no digo nada, cabemos todos, yo he disfrutado tanto con Ken Follett como con Martin Amis, pero hay idiotas -póngalo así- que creen que quien lee a Follett no lee a Faulkner'.
Sobre los horrores de la guerra que el escritor vivió en su etapa de corresponsal de TVE (Sarajevo, Beirut, Eritrea...), dice que 'sin los libros que he leído, todos esos fantasmas me habrían vuelto loco, estaría disparando contra la gente. Los libros me han hecho digerir lo indigerible'. Cree que 'el mundo es un lugar peligroso, muy jodido, con catástrofes, guerras, virus... y nosotros lo hemos olvidado'.
En ' El asedio ', el frente de batalla está en las salinas de la isla de San Fernando, que también visitamos. 'En realidad -apunta- Cádiz era un sitio tranquilo, que simplemente sufría algunos bombardeos de vez en cuando'. En el ayuntamiento, es recibido por la guardia salinera, cuerpo de voluntarios que todavía existe (ahora con fines pacíficos), ataviada con casaca, cuchillo y bayoneta, como su personaje Felipe Majarra, 'un cazador furtivo que se alista con los fusileros locales, y que no usa alpargatas porque sus pies están endurecidos por la sal del suelo, es un arquetipo de mis novelas: un buen vasallo sin señor'.
Mientras indica los lugares que, en el proceso de investigación, recorría en todoterreno, para ambientar en ellos sus batallas, a veces se le escapa alguna de esas palabras que provocan el paladeo léxico del lector -términos como 'jábega', 'botafuego', 'zafacoca' o 'falucho', que solamente pueden aparecer juntos, hoy por hoy, en una novela de Arturo Pérez-Reverte. En fin, los 320.000 ejemplares de la primera edición en España podrían no ser suficientes. Bravucón y simpático, él asegura que no es así por el éxito: 'Antes de escribir libros, era igual de chulo'.
© La Vanguardia y Clarín
Tamaño de textoEnviarImprimirComentar
Comentarios (3)
Escriba su comentario
15:49
05.MAR.10
Espania no pudo ser como otros paises porque es unica, miren sino el bagaje cultural que tiene, su riqueza artistica, crisol de razas, no hay un espaniol uniforme, tiene la sangre mas fuerte, de distintas subregiones de Europa, tambien del Africa, de Celtas y Romanos, etc. Lo que mal logro fue su posicionamiento economico, el entonces hombre hidalgo espaniol, queria vivir de rentas y no invertia en nuevas tecnicas, no apostaba por la industria, algo parecido a la Argentina.
Enviado por Martin
Denunciar
15:33
05.MAR.10
Nunca entendi esa mania de los españoles de hacerse tan mala imagen de si mismos fuera de España. Es una pais avanzadisimo en muchisimas cosas y tienden siempre a ver lo negativo. Una cosa es la autocritica y otra cosa es tirar piedras al tejado propio.
Enviado por Laura
Denunciar
14:59
05.MAR.10
Le pido perdon, al que ha escrito esta nota de este muy buen escritor, ahora bien, creo que, y muy a mi pobre evaluacion, y mas alla que 'el asedio' es una muy buena novela, creo que se deja de lado la que, para mi, es su mejor obra 'La Reina del Sur', la cual tampoco es nonbrada, en recuadro aparte bajo el titulo 'PEREZ-REVERTE BASICO'.
Enviado por NESTOR
Denunciar
Escriba su comentario
La finalidad de este servicio es sumar valor a las notas y establecer un contacto más fluido con nuestros lectores. Los comentarios deben acotarse al tema de discusión. Se apreciará la brevedad y claridad de los textos, y el buen uso del lenguaje: las malas palabras y los insultos no serán publicados.
Términos y condiciones
Condiciones de servicio de Comentarios en notas de Clarín.com Los presentes Términos y Condiciones del Servicio de Comentarios en las notas de Clarín.com (los 'T&C') se suscriben entre el cliente que acepte los mismos electrónicamente (el 'Cliente') y Clarín Global S.A. (en adelante 'clarín.com'). Estos Términos y Condiciones regulan la utilización del servicio, conforme se detalla seguidamente. Clarín.com se reserva el derecho de modificar cualesquiera de los Términos y Condiciones aquí contenidos, en cualquier momento y a su sola discreción, por el solo hecho de publicar una nueva versión de los mismos en el sitio www.clarin.com (el 'Sitio'). El uso continuado de su parte del Servicio que siga a la publicación de una nueva versión de Términos y Condiciones, constituirá de su parte la aceptación de la nueva versión. 1. Descripción del Servicio. Los comentarios en las notas de Clarín.com son un servicio de publicación web y de alojamiento opcional (el 'Servicio'). Usted será responsable de todas las actividades que ocurran bajo su nombre de usuario. Asimismo, acepta que el Servicio se presta TAL CUAL y SEGÚN DISPONIBILIDAD. Clarín.com declina toda responsabilidad por la disponibilidad, oportunidad, seguridad o fiabilidad del Servicio o de cualquier otro software de cliente. Clarín.com también se reserva el derecho de modificar, suspender o interrumpir el Servicio con o sin previo aviso en cualquier momento y sin ninguna responsabilidad hacia usted. El Servicio sólo puede usarse a partir de los dieciocho (18) años. Clarín.com se reserva el derecho de rechazar prestar el servicio a cualquier persona en cualquier momento sin previo aviso, sea cual fuere el motivo. 2. Uso apropiado. Usted acepta que es responsable del uso que usted mismo haga del Servicio, de las entradas que publique y de las consecuencias derivadas. Además, acepta usar el Servicio de acuerdo con las leyes, normas y regulaciones locales, estatales, nacionales e internacionales que resulten aplicables. Le recomendamos que revise periódicamente la versión más actualizada de los presentes Términos y Condiciones. Clarín.com, a su discreción, puede modificar o revisar los presentes en cualquier momento, y usted acepta que quedará vinculado por estas modificaciones o revisiones. La infracción de cualquiera de los aspectos anteriormente mencionados, puede causar el cese del presente Servicio y puede suponerle sanciones así como cualquier otro tipo de consecuencias legales. Clarín.com se reserva el derecho, pero no tendrá ningún tipo de obligación de hacerlo, de investigar su uso del servicio para (a) determinar si se han infringido los presentes Términos y Condiciones o (b) si se cumple con las leyes, regulaciones y procesos legales aplicables. 3. Privacidad. Como condición para utilizar el Servicio, acepta los términos de la Política de privacidad de Clarín.com (http://www.clarin.com/politicade privacidad), que se actualizarán ocasionalmente, tal y como se especifica en la versión más reciente en el momento en que haga uso del Servicio. Acepta que Clarín.com puede acceder a su información personal o revelarla, incluyendo el contenido de sus comunicaciones, si así se requiere a Clarín.com para el cumplimiento de procesos legales o requerimientos judiciales, o cuando se prevea en estas Condiciones de servicio y en la Política de privacidad general de Clarín.com. 4. Prácticas generales relativas al uso y almacenamiento de datos. Usted acepta que Clarín.com no asume ninguna responsabilidad por la supresión o no almacenamiento o transmisión del contenido y otras comunicaciones mantenidas a través del Servicio. Clarín.com se reserva el derecho a establecer límites sobre el uso y almacenamiento a su discreción en cualquier momento y sin notificación previa. 5. Contenido del Servicio. Clarín.com no asume ninguna responsabilidad sobre el contenido de terceros (incluyendo, sin límite, cualquier tipo de virus u otros elementos perjudiciales), ni tampoco tiene ninguna obligación de controlarlo. Clarín.com se reserva el derecho en cualquier momento de suprimir o rechazar la distribución de cualquier contenido en el Servicio, como contenidos que infrinjan las condiciones de estos Términos y Condiciones. Clarín.com también se reserva el derecho de acceder, leer, preservar y revelar cualquier tipo de información que razonablemente crea necesaria para (a) cumplir con leyes, regulaciones, procesos legales o solicitudes judiciales aplicables, (b) aplicar o ejecutar estos Términos y Condiciones, incluyendo la investigación de posibles infracciones, (c) detectar, prevenir, o de cualquier modo abordar casos o situaciones de fraude, seguridad o temas técnicos, (d) responder a solicitudes de asistencia de los usuarios o (e) proteger los derechos, propiedad o seguridad de Clarín.com, sus usuarios y el público. Clarín.com no será responsable del ejercicio o no de sus derechos según estos Términos y Condiciones. 6. Derechos de la propiedad intelectual. Derechos de la propiedad intelectual de Clarín.com. Usted reconoce que Clarín.com ostenta todos los derechos, títulos e intereses sobre y para el Servicio, incluyendo todos los derechos de propiedad intelectual (los 'Derechos de Clarín.com'), y que estos están salvaguardados por las leyes de la República Argentina e internacionales de protección de la propiedad intelectual. En consecuencia, acepta no copiar, reproducir, alterar, modificar ni crear trabajos que se deriven del Servicio. Por otra parte, también acepta no utilizar robots, arañas, otros dispositivos automatizados o procesos manuales para controlar o copiar cualquier contenido del Servicio. Tal y como se describe inmediatamente a continuación, los Derechos de Clarín.com no incluyen los contenidos de terceros usados como parte del Servicio, incluyendo el contenido de comunicaciones que aparecen en el Servicio. Sus derechos de propiedad intelectual. Clarín.com renuncia a la propiedad o control sobre cualquier Contenido que usted envíe, publique o muestre en el Servicio de Clarín.com o a través de éste. Usted o el tercero proveedor de licencias se reservan todas las patentes, marcas comerciales y derechos de autor de cualquier Contenido que publique, envíe o muestre en el servicio de Clarín.com o través de éste, y es responsable de proteger estos derechos según corresponda. Al enviar, publicar o mostrar Contenido en o a través del servicio de Clarín.com que está a disposición de los miembros del público, usted concede a Clarín.com una licencia internacional no exclusiva y gratuita para reproducir, publicar y distribuir dicho Contenido en el servicio de Clarín.com únicamente para mostrar y distribuir dicho servicio. Igualmente, Clarín.com se reserva el derecho a rechazar la admisión, publicación, muestra o transmisión de cualquier Contenido a su discreción. Usted manifiesta y asegura que posee todos los derechos, poderes y autoridad necesarios para conceder los derechos otorgados por el presente documento a cualquier Contenido enviado. 7. Prohibida la reventa del servicio. Salvo que Clarín.com lo autorice expresamente por escrito, no podrá reproducir, duplicar, copiar, vender, comerciar, revender o explotar con propósitos comerciales (a) ninguna parte del Servicio, (b) la utilización del Servicio ni (c) el acceso a este. 8. Representaciones y garantías. Usted manifiesta y garantiza que (a) toda la información que proporcione a clarín.com para participar en el Servicio es correcta y está actualizada, y que (b) dispone de todos los derechos, facultades y poderes necesarios para dar cumplimiento con los presentes Términos y Condiciones y llevar a cabo los actos que se le requieran en virtud de los mismos. 9. Cancelación y suspensión. Clarín.com puede, a su discreción, en cualquier momento y por cualquier motivo, dar por finalizado el Servicio, resolver estos Términos y Condiciones. 10. Indemnización. Usted acepta mantener indemne e indemnizar a Clarín.com y sus afiliados, sociedades vinculadas, representantes, apoderados y empleados frente a reclamaciones de terceros relacionadas con el uso que usted haga del Servicio, incluyendo la responsabilidad o gasto ocasionado por las reclamaciones, pérdidas, daños (reales o resultantes), litigios, resoluciones, costas procesales y honorarios de abogados, de cualquier tipo y naturaleza. En tal caso, Clarín.com le hará llegar una notificación escrita de dicha reclamación, litigio o acción. 11. Acuerdo completo. Los presentes Términos y Condiciones constituyen el acuerdo completo entre usted y Clarín.com, que rige el uso que usted haga del Servicio y reemplaza cualquier acuerdo anterior entre usted y Clarín.com. Asimismo, estará sujeto a las condiciones y los términos adicionales que resulten aplicables cuando utilice o adquiera otros servicios de Clarín.com, servicios de sus afiliados, contenido de terceros o bien software de terceros. 12. Renuncia e independencia de las condiciones. El hecho de que Clarín.com no ponga en práctica o no garantice el cumplimiento de algún derecho o disposición de estas Condiciones del servicio no constituirá una renuncia a tal derecho o disposición. Si un tribunal de jurisdicción competente considera que alguna cláusula de las Condiciones del servicio no es válida, las partes acuerdan que dicho tribunal debe procurar interpretar las intenciones de las partes tal y como se reflejan en la disposición. Las demás provisiones conservarán su plena validez y eficacia. 13. Elección del ordenamiento jurídico; Jurisdicción; Foro. Estas Condiciones del servicio se han elaborado y se regirán de acuerdo con las leyes de la República Argentina. Cualquier reclamación, proceso legal o litigio que surja en relación con el Servicio será atendido exclusivamente ante los Tribunales Ordinarios en lo Comercial de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que accede a someterse a la jurisdicción de sus tribunales. 14. Información sobre derechos de autor. Nuestra política consiste en responder a los avisos de supuestas infracciones de acuerdo con la Ley de derechos de autor El servicio incluye un botón 'Denunciar' que le permitirá al usuario comunicarnos la infracción a cualquiera de los puntos expuestos más arriba.
Aceptar
Nombre (requerido)
Dirección de e-mail (requerido)
Mostrar
Comentario (máximo 512 caracteres)
Enlaces Patrocinados
Libros sobre Guerra Civil
Amplia selección de libros sobre la Guerra Civil Española
www.casadellibro.com
Tu teléfono en Argentina
Tené un numero local en Argentina que suena en España. Probalo gratis
www.ArgentinaFlat.com
Busca formación editorial
Cursos online corrección, edición informes de lectura, book packager
www.calamoycran.com
Ads by Google
mas informacion
*
Arturo Pérez-Reverte. Los desastres de la guerra
RANKING DE NOTAS
* Más leídas
* Más recomendadas
* Más comentadas
*
1. El pecado de ser espectador
2. Pérez-Reverte: 'España pudo ser un país avanzado... pero la cagó sola'
3. Genealogía del temor porteño
4. Del daguerrotipo a Abu Ghraib: 150 años de polémicas
5. Los claroscuros del libro digital
Pérez-Reverte Básico
Escritor. Cartagena, España, 1951
Durante 21 años, como corresponsal de guerra, Arturo Pérez-Reverte cubrió los conflictos armados de Angola, El Salvador, Malvinas y la ex Yugoslavia, entre muchos otros. Aquellas experiencias fueron la base de su novela, Teritorio comanche (1994), llevada al cine en una película que protagonizaron Imanol Arias y Cecilia Dopazo. En 1994 decidió abandonar el periodismo y dedicarse sólo a la literatura.
Es autor de novelas como El húsar (1986), El maestro de esgrima (1988), El club Dumas (1993), La piel del tambor (1995), Cabo Trafalgar (2004) y la saga de Las aventuras del capitán Alatriste, traducida a 28 idiomas. Es miembro de la Real Academia Española.
Certifica.com Certifica.com
LITERATURACINEMUSICAESCENARIOSARTEIDEASPROVINCIASAGENDA CULTURAL
Copyright 1996-2010 Clarín.com - All rights reserved
Directora Ernestina Herrera de Noble | Normas de confidencialidad y privacidad
Diario Olé | Diario La Razón | Ciudad Internet | Biblioteca Digital | Publicidad | Grupo Clarín"
Suscribirse a:
Entradas (Atom)